EL PERRO DE BÚSQUEDA Y RESCATE
El perro es una herramienta ireemplazable en muchas funciones de contenido social y humanitario, pese a los grandes avances tecnológicos del ya entrado Siglo XXI. La labor de los perros lazarillos o para sordomudos es ampliamente conocida en nuestro mundo, así como también su trabajo como detectores de estupefacientes, explosivos, cualquier otro tipo de sustancias tóxicas o peligrosas y rastro de personas perdidas, sepultadas, e incluso secuestradas.
En numerosas ocasiones la intervención de estos perros adiestrados junto con sus guías ha representado para muchas personas la diferencia entre la vida y la muerte tras catástrofes como terremotos, derrumbes de minas, maremotos, aludes, ventiscas… Nuestra tecnología no permite aún que ningún perceptor mecánico supere en este tipo de detección al perro. Esto es así debido a unas facultades innatas de los canes, como son su capacidad olfativa y de discriminación de sonidos, su velocidad para descubrir a sepultados y, sobre todo, su intuición. Las máquinas carecen de intuición, y ésta es una virtud muy importante a la hora de rastrear de la cual carecen las máquinas. Claro está que la aquí llamada “intuición” es una suma de receptores de los sentidos fisiológicos, pero si le añadimos la persistencia y voluntad del perro –evidentemente inexistente en cualquier tipo de maquinaria- comprenderemos por qué el perro aventaja en mucho a las máquinas.
Esta voluntad de la que hablamos tiene mucho que ver con el temperamento lúdico del can, su afán por agradar a su dueño (en el caso que nos ocupa, sus guías), su afecto hacia el Humano...
En cualquier tipo de catástrofes, el factor tiempo es vital. Como ejemplo, podemos decir que mientras que en un derrumbe, un perro puede batir 100 metros cuadrados en 5 minutos, el hombre,valiéndose de un instrumental, tardaría 45 minutos.
¿QUE RAZAS SIRVEN PARA EL RESCATE?
Cualquier raza, mestizo, grande o pequeño... sirve. Si bien es cierto que se opta más por perros de talla mediana o grande, los pequeños tienen más fácil acceso a sitios estrechos más inaccesibles para los grandes.
Sí tenemos que hacer una pequeña puntualización:
Son las características de cada perro las que aportarán su mayor o menor predisposición para el rescate: Se han de escoger ejemplares, de raza o no, con buena capacidad olfativa, dóciles, y preferentemente machos enteros.
PREPARACIÓN DE UN PERRO DE RESCATE:
Teniendo en cuenta que un adiestramiento completo para rescate puede durar dos años, lo ideal es entrenarlos desde cachorros, puesto que si comenzamos en la edad adulta, el perro en cuestión estará listo cuando tenga cinco o más, lo que puede disminuir su vida útil en un promedio de tiempo elevado.
Sería también deseable descartar enfermedades que pudieran influir en su labor futura, tales como displasia, epilepsia, problemas cardiacos, alergias...
¿CUALES SON LOS REQUISITOS PARA PLANTEARNOS EL ADIESTRAMIENTO DE UN PERRO EN PARTICULAR?
TAMAÑO: Mediano o grande, aunque hemos comentado ya que los pequeños son muy útiles en las zonas estrechas y de difícil acceso.
PELAJE: Preferiblemente largo, para aguantar las posibles adversidades climáticas, aunque no es imprescindible.
TEMPERAMENTO Y CARÁCTER: Ha de ser comunicativo y lúdico, lo que facilitará su aprendizaje. Debe mostrar una inteligencia superior al promedio, ser dócil y tener tendencia a aprender de forma rápida y voluntariosa. Tiene que ser sociable con otros perros y no mostrar nunca signos de agresividad por razones de liderazgo. Ha de ser sociable con extraños y no intentar nunca cazar ni jugar con otros animales.
CONDICIÓN FÍSICA: Ha de ser un perro activo, no nos servirán los vagos o glotoncillos. Debe ser colaborador y resolver con éxito los obstáculos y condiciones del terreno que se le pongan por delante en su entrenamiento.
Por último, debe completar los estándares de obediencia habituales.